Una imagen increíble se dio en Islandia, más precisamente en la ciudad de Grindavik, y el espectáculo da la vuelta al mundo.

Se trata de una erupción fisural de tres kilómetros de largo entre las montañas Stóra-Skógfell y Hagafell, que coincidió con un fenómeno climático habitual por esos pagos.

Este fenómeno fue precedido por una serie de unos 80 terremotos más pequeños que alertaron a la población.

Los colores mezclados generaron un espectáculo único y los videos se viralizan en todas las redes sociales del mundo.