A principios de mayo último, el Parlamento francés prorrogó por tercera vez consecutiva el estado de emergencia luego de los atentados sufridos en París que provocaron la muerte de 130 personas y que se activara nuevamente la alarma cuando se detuvo a un ciudadano francés en Ucrania con un arsenal de armas. 

Si bien en un primer momento se temía que el hombre planeaba un atentado durante la Eurocopa, ahora las autoridades francesas señalan que podría tratarse de un caso de tráfico de armas. El sospechoso cuya identidad fue reservada  fue detenido cerca de la frontera con Polonia mientras  transportaba, a bordo de su auto, lanzacohetes, explosivos y fusiles de asalto Kalashnikov. El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) señaló que este joven de 25 años - que tenía una camiseta con el  logotipo de la organización ultraderechista Renovación Francesa-   pretendía realizar hasta 15 ataques antes y durante la Eurocopa, principalmente contra templos musulmanes, cristianos y judíos; aunque esto no fue confirmado. 

Hasta el momento Francia lleva gastados ocho millones de euros para reforzar la seguridad durante el torneo continental, que comienza el viernes 10 de junio con la selección local frente a Rumania, y con 33.000 agentes de policía y 10.000 de compañías privadas que vigilarán, las inmediaciones y los accesos de cada una de las fan-zones de la Eurocopa. Además de contener la violencia entre clubes como así también la llegada de los hooligans. 

Por otro lado, las inundaciones que afectaron en los últimos días el norte de Francia tras lluvias torrenciales, y en particular la región de París con el desbordamiento del río Sena, tendrán un costo de entre 900 y 1.400 millones de euros. El primer ministro francés, Manuel Valls, comunicó que el fondo de urgencia para las inundaciones  representará unos 500 euros por familia afectada, con una partida para la que se han dedicado 30 millones de euros.

Francia entre el temor a los atentados, la Eurocopa, las inundaciones y los conflictos sindicales

A las pérdidas materiales se suman también las turísticas como en el caso del museo Louvre que informó que las cuatro jornadas de clausura que realizó- ante la posible inundación de sus sótanos-  le supuso pérdidas por alrededor de 1,5 millones de euros, con 120.000 visitantes menos. Las tormentas fuertes no han cesado, en especial en el noroeste, e incluso se reportó la muerte de un ciudadano francés que murió ahogado. 

Paralelamente, el sector del transporte terrestre y aéreo y de los combustibles francés se encuentra parcialmente paralizado en rechazo a la reforma laboral y lleva una semana de huelga. El vocero de CGT-Cheminots, Thierry Nier, señaló al diario Le Parisien, que el acuerdo "está muy lejos de ser tan favorable" y que el sindicato no está apurado por responder. Hollande confesó que teme que las huelgas, en especial en el transporte, afecten el desarrollo de la Eurocopa y la movilidad turística en el país.