A la medrugada de este sábado, el presidente chileno Sebastián Piñera decretó el estado de emergencia en Santiago luego de las múltiples protestas contra la subida del precio del boleto del metro de 800 a 830 pesos.

Así, corontó un viernes con graves protestas en las calles del a capital que derivaron en saqueos, destrozos e incendios en varios puntos de la ciudad, entre ellos el más sospechado en el edificio de Enel, la empresa energética propiedad de Herman Chadwik Piñera, primo del presidente del país trasandino.

El Gobierno responsabilizó a manifestantes y desató una feroz represión que llegó incluso hasta el subte, que estará cerrado durante todo el fin de semana por los disturbios que se produjeron.

Según el gobierno, hay 308 detenidos y 160 heridos, de los cuáles 156 policías -5 con lesiones graves-; 49 vehículos policiales dañados y once denuncias de civiles lastimados.

El general director de Carabineros (la Policía chilena), Mario Rozas, quien calificó la jornada de "extremadamente violenta".

"Frente a los graves y reiterados ataques y atentados contra las estaciones y las instalaciones del metro de Santiago, contra el orden público y la seguridad ciudadana (...) he decretado estado de emergencia en las provincias de Santiago y Chacabuco, y en las comunas de Puente Alto y San Bernardo, en la Región Metropolitana", explicó Piñera ante las cámaras desde el Palacio de La Moneda.

Según el sitio Nodal, contrariando los llamados virales hechos en distintas redes sociales, además de las protestas en las diferentes puntos de la capital, el ministro precisó que “son hechos de vandalismo que están ejecutados por grupos organizados”.

El estado de emergencia

El artículo 42 de la Constitución chilena establece que en caso de estado de emergencia por grave alteración del orden público "las zonas respectivas quedarán bajo la dependencia inmediata del jefe de la defensa nacional que designe el presidente" y asumirá atribuciones y deberes.