“En el Valle de los Caídos sólo podrán yacer los restos mortales de personas fallecidas a consecuencia de la Guerra Civil española, como lugar de conmemoración, recuerdo y homenaje a las víctimas de la contienda”, indica el texto del decreto convalidado este jueves en la Cámara baja de España. Eso supone que Franco, que murió en 1975 tras permanecer casi 40 como dictador, tendrá que ser desenterrado.

Íñigo Errejón on Twitter

El gobierno logró sacar adelante el decreto por 176 votos a favor, dos en contra y 165 abstenciones. Esta mayoría es la misma que permitió aprobar la moción de censura contra Mariano Rajoy, sacándolo de la Moncloa y abriendo las puertas a Pedro Sánchez del PSOE, al poder. Ciudadanos y el Partido Popular se abstuvieron.

Marta Llopis on Twitter

Aunque ningún grupo ha cuestionado la exhumación, PP y Ciudadanos sí han puesto en entredicho que se haya regulado por decreto y justificado en una “extraordinaria y urgente necesidad”. Populares y Ciudadanos hubieran preferido que se tramitase como una ley ordinaria al entender que, 43 años después de la muerte de Franco, no existe esa urgencia.

El Gobierno de Pedro Sánchez alega que la urgencia “viene apoyada y avalada por la exigencia de dar cumplimiento a los reiterados requerimientos de Naciones Unidas que, en los últimos años, ha venido requiriendo al Estado español para que dé cuenta de las medidas adoptadas en materia de memoria histórica y regeneración democrática”.​

Durante el inicio del debate, la vicepresidenta, Carmen Calvo, argumentó que la exhumación es condición indispensable para "la paz y la concordia". Para el gobierno de Sánchez es imposible que un país guarde en un mausoleo los restos de un dictador.

Sus restos serán entregados a la familia “si es posible”, según explicó la vicepresidenta durante el debate parlamentario. Pero si los nietos del dictador no aceptan el cuerpo, el Gobierno le buscará “un lugar digno”.

El Ejecutivo “asegurará en todo caso unas condiciones adecuadas de dignidad y respeto”, indica el texto del decreto “por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la Guerra Civil y la dictadura”.

Ahora, tras la convalidación del decreto, el Consejo de Ministros abrirá un procedimiento para hacer efectiva la exhumación.

Se dará un pazo de quince días a los familiares de Franco para que decidan qué quieren hacer con el cuerpo. “En caso de discrepancia entre los familiares, o si estos no manifestasen su voluntad en tiempo y forma, el Consejo de Ministros decidirá sobre el lugar de reinhumación, asegurando una digna sepultura”.