La administración del presidente Donald Trump se encuentra atravesando una importante crisis, luego que el asesor de Seguridad Nacional, Michael Flynn, anunciara su renuncia este lunes por la noche, envuelto en un escándalo.

El funcionario quedó en la mira luego que se conocieran comprometedoras conversaciones con el embajador ruso en Washington, en donde habló sobre las sanciones estadounidenses contra un diplomático ruso.

En su carta de renuncia, Flynn dijo que mantuvo numerosas llamadas telefónicas con el enviado de Moscú en Estados Unidos durante la transición y dio "información incompleta'' sobre esas discusiones al vicepresidente Mike Pence.

Sin embargo, el relato del equipo de Trump sobre las charlas entre Flynn y el diplomático ruso cambió repetidamente a lo largo de varias semanas, incluyendo el número de contactos, las fechas y, en última instancia, el contenido de las conversaciones.

Por su parte, el presidente designó el mismo lunes al teniente general retirado Keith Kellogg como asesor de seguridad nacional interino. El nuevo funcionario había sido nombrado antes jefe del Consejo de Seguridad Nacional y asesoró al candidato republicano en campaña.

De todos modos, el magnate considera al exdirector de la CIA David Petraeus y el vicealmirante Robert Harward, un SEAL de la Marina, para el puesto, según un alto cargo del ejecutivo, citado por la agencia AFP.