La construcción del monumento a las víctimas del comunismo en las afueras de Tallín, la capital de Estonia, quedaron pausadas después de que durante las tareas de preparación del suelo se encontraran los  restos de alrededor de un centenar de soldados alemanes de la Segunda Guerra Mundial, según informó la radiotelevisión pública de la república báltica ERR.

"Se está analizando la situación. Estamos ante parte de un cementerio militar alemán que data de la Segunda Guerra Mundial y que aparentemente llega hasta la zona de construcción (del monumento), declaró a ERR Arnold Unt, del Museo Estonio de la Guerra.

Según explicó el especialista, no se trata de una fosa común, sino de tumbas individuales que todavía no han sido cuantificadas. 

Lo más probable, añadió Unt, es que se decida exhumar los restos y enterrarlos de nuevo en el cementerio militar alemán de Maarjamäe, donde se encuentra otro monumento que actualmente está en el centro de la polémica por los costos que representan su mantenimiento. 

Según distintas estimaciones de historiadores, alrededor de 35.000 soldados alemanes murieron y fueron enterrados en suelo estonio durante la Segunda Guerra Mundial En 1995 Berlín y Tallín firmaron un acuerdo que permite a Alemania reparar y conservar las tumbas y cementerios de sus soldados en Estonia.