José Antonio Kast ya le escribió a Javier Milei en la conformación de un polo libertario en esta parte del mundo que amenaza con seguir creciendo después de la irrupción de Jair Bolsonaro.

Kast es uno de esos casos extraños en que una persona no imaginaba estar en el lugar en que terminó. Exintegrante del partido que llevó a Sebastián Piñera a la presidencia, se peleó con el mandatario y empezó a correrlo por derecha. Así este hijo de un oficial del ejército nazi que estudió en el Colegio Alemán de Santiago, que siempre defendió la dictadura de Augusto Pinochet -llegó a decir que votaría por él si estuviera vivo-, que hizo declaraciones homofóbicas y que apoyó públicamente a Bolsonaro -a quien le regaló una camiseta de la selección de Chile con su nombre, fue creciendo y quitándole votos al candidato oficialista Sebastián Sichel.

La contracara es Gabriel Boric, de 35 años -la edad mínima para presentarse a presidente- que fue presidente del Federación de Estudiantes de la Universidad de Derecho durante las revueltas estudiantiles de 2011, y participó en la creación del Frente Amplio, una coalición de aliados de izquierda que confluyó en su candidatura. Su propuesta es cambiar el sistema de Salud, el ingreso a las universidades y lograr un Chile más inclusivo.

Para darle más color a estos comicios el tercer colocado fue Franco Parisi Fernández, que no vive en Chile, ni regresó a votar porque dio positivo de COVID-19 y toda su campaña la hizo desde Estados Unidos.

Así Chile irá a un balotaje el domingo 19 de diciembre con un panorama tan incierto que cualquier cosa puede pasar.