Ante las demoras en la entrega de las vacunas de Pfizer que había comprado México, el mandatario se puso en contacto con Vladimir Putin y compró una cantidad no especificada de la vacuna Sputnik V.

El organismo de control mexicano aún no aprobó la vacuna de origen ruso pero se prevé que lo hagan esta semana para no verse obligados a suspender el plan de vacunación como tuvieron que hacer en España, Francia y Alemania.

Con Argentina a la cabeza y Bolivia secundándola, México sería el tercer país latinoamericano en utilizar la vacuna del laboratorio Gamaleya.