La cadena televisiva estadounidense CBS anunció este domingo la renuncia de Leslie Moonves, su presidente durante 15 años, después de la publicación de más de una decena de denuncias de acoso y agresión sexual en la revista The New Yorker.

En dos artículos, uno publicado el 27 de julio y otro este domingo, el periodista Ronan Farrow reveló denuncias de 12 mujeres que aseguran que Moonves las acosó o agredió a lo largo de varias décadas. 

CBS anunció este domingo en su sitio web que la compañía y Moonves donarán inmediatamente 20 millones de dólares a una o más organizaciones que apoyen el movimiento contra el abuso sexual #MeToo y la igualdad de género en el trabajo.

La cadena informó que el dinero provendrá de una eventual indemnización de partida para Moonves, que no será entregada hasta que no se conozcan los resultados de una investigación sobre las denuncias encargada por CBS.

Hay rumores de que Moonves podría recibir 100 millones de dólares en acciones, aunque su contrato prevé una indemnización de partida de 180 millones de dólares. Pero también podría no recibir nada.

CBS dijo en un comunicado este domingo que en la actual situación "no le pagará ninguna indemnización".

Una de las denunciantes, Jessica Pallingston, dijo a New Yorker que pagarle una indemnización sería "completamente repugnante". "Debería donar ese dinero a asociaciones de víctimas de abuso sexual", agregó.

Farrow, cuyos reportajes sobre el exproductor de Hollywood Harvey Weinstein contribuyeron a impulsar el movimiento #MeToo y le valieron un Pulitzer, cita a esta mujer diciendo que Moonves la obligó a practicarle sexo oral y luego la empujó violentamente contra una pared.

Otras mujeres dicen que cuando rechazaron los avances de Moonves, él frenó sus carreras.

El movimiento Time's Up, que replica a #MeToo en numerosos sectores económicos, denunció en Twitter la existencia de "una cultura tóxica de la complicidad en CBS". La cadena "tiene la obligación de actuar rápidamente y de manera determinada para crear un ambiente de trabajo seguro para todo el mundo", señaló esa organización.

Otra de las víctimas, Phyllis Golden-Gottlieb, contó a la revista que presentó en 2017 una queja ante la policía de Los Angeles, que la consideró creíble pero decidió no inculpar a Moonves porque la supuesta agresión habría ocurrido a fines de los años '90 y por ende el delito prescribió.

En un comunicado enviado a la New Yorker, Moonves dijo que las acusaciones eran "espantosas" y "falsas". "Lo que es verdad es que tuve relaciones consensuadas con tres de las mujeres unos 25 años atrás, antes de llegar a CBS. Y nunca he usado mi cargo para obstaculizar el avance o las carreras de las mujeres", afirmó el directivo.

El presidente de CBS aseguró que las denuncias son "parte de un esfuerzo concertado por otros para destruir mi nombre, mi reputación y mi carrera". Y sostuvo: "Todos los que me conocen saben que la persona descripta en este articulo no soy yo".