A finales del año pasado, se reunieron en la capital de Perú los Estados miembros del Convenio de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (UNFCCC) y de esa reunión surgió un texto de 38 páginas en la que todas las partes expusieron "sus deseos" y lo que esperan de la negociación.
Hoy comenzó en Ginebra una nueva reunión de las partes cuyo principal objetivo es lograr reducir ese texto a un documento mucho menor que sirva de base para realmente negociar un acuerdo mundial de reducción de emisiones. Será el acuerdo más ambicioso jamás logrado, con la intención de que ponga freno al cambio climático y que sustituya al Protocolo de Kyoto.
Según informa Télam, el objetivo final es lograr que no haya un calentamiento mayor a 2ºC, algo que los científicos opinan que aún es posible.
La cita final está marcada para fin de año en París. Tras Ginebra habrá otro encuentro en Bonn, y otro en la capital francesa en los que se deberán resolver una enorme cantidad de interrogantes.
Según explicó hoy en rueda de prensa la jefa de la delegación de la Unión Europea (UE), Elina Bardram, para que las negociaciones surtan efecto deben suceder tres cosas: los países deben exponer sus compromisos; se debe establecer mecanismos de revisión del cumplimiento de los compromisos; y se deben crear sistemas de rendición de cuentas.
"La UE ya se ha comprometido a reducir un 40 por ciento de sus emisiones antes de 2030. El resto de países debe hacer públicos sus compromisos. No decimos que deben ser los mismos que los nuestros, pero sí que deben ser reales", añadió.
Cuestionada sobre lo que espera de los países en desarrollo que arguyen una necesidad de emitir para poder desarrollar sus Economías, Bardram dijo que entendía la postura, pero que todos debían contribuir de alguna manera.
Bardram no quiso entrar en detalle con respecto a las contribuciones financieras y al hecho de que los países en desarrollo pidan a los desarrollados que contribuyan con fondos para ayudarlos a hacer frente a la mitigación de las consecuencias del cambio climático, y los esfuerzos para reducir las emisiones.
Se estima que se necesitan 100.000 millones de dólares de ahora a 2020 para las medidas de adaptación y la lucha contra el calentamiento climático.
Está previsto que la ronda de negociaciones termine el viernes 13, y al final de la cual se cuente con el mencionado texto negociador.
La Organización Mundial de la Meteorología (OMM) confirmó la semana pasada que 2014 fue el año más caliente desde que se tiene registro, lo que reafirma la tendencia al alza del calentamiento mundial.

A finales del año pasado, se reunieron en la capital de Perú los Estados miembros del Convenio de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (UNFCCC) y de esa reunión surgió un texto de 38 páginas en la que todas las partes expusieron "sus deseos" y lo que esperan de la negociación.

Hoy comenzó en Ginebra una nueva reunión de las partes cuyo principal objetivo es lograr reducir ese texto a un documento mucho menor que sirva de base para realmente negociar un acuerdo mundial de reducción de emisiones. Será el acuerdo más ambicioso jamás logrado, con la intención de que ponga freno al cambio climático y que sustituya al Protocolo de Kyoto.

Según informa Télam, el objetivo final es lograr que no haya un calentamiento mayor a 2ºC, algo que los científicos opinan que aún es posible.

La cita final está marcada para fin de año en París. Tras Ginebra habrá otro encuentro en Bonn, y otro en la capital francesa en los que se deberán resolver una enorme cantidad de interrogantes.

Según explicó hoy en rueda de prensa la jefa de la delegación de la Unión Europea (UE), Elina Bardram, para que las negociaciones surtan efecto deben suceder tres cosas: los países deben exponer sus compromisos; se debe establecer mecanismos de revisión del cumplimiento de los compromisos; y se deben crear sistemas de rendición de cuentas.

"La UE ya se ha comprometido a reducir un 40 por ciento de sus emisiones antes de 2030. El resto de países debe hacer públicos sus compromisos. No decimos que deben ser los mismos que los nuestros, pero sí que deben ser reales", añadió.

Cuestionada sobre lo que espera de los países en desarrollo que arguyen una necesidad de emitir para poder desarrollar sus Economías, Bardram dijo que entendía la postura, pero que todos debían contribuir de alguna manera.

Bardram no quiso entrar en detalle con respecto a las contribuciones financieras y al hecho de que los países en desarrollo pidan a los desarrollados que contribuyan con fondos para ayudarlos a hacer frente a la mitigación de las consecuencias del cambio climático, y los esfuerzos para reducir las emisiones.

Se estima que se necesitan 100.000 millones de dólares de ahora a 2020 para las medidas de adaptación y la lucha contra el calentamiento climático.

Está previsto que la ronda de negociaciones termine el viernes 13, y al final de la cual se cuente con el mencionado texto negociador.

La Organización Mundial de la Meteorología (OMM) confirmó la semana pasada que 2014 fue el año más caliente desde que se tiene registro, lo que reafirma la tendencia al alza del calentamiento mundial.