El llamado Índice de Actividad Económica (IBC-Br), que el Banco Central utiliza para intentar anticipar el comportamiento del PIB, registró en julio pasado una inesperada recuperación tras dos meses consecutivos de contracción.

El IBC-Br había arrojado en junio una caída de 1,51% y en mayo de 0,46%. Esta reacción de julio permitió que, según el indicador del Banco Central, la economía acumulase un crecimiento de 0,07% en los siete primeros meses del año y de 1,14% en los últimos doce meses hasta julio.

Estos números, permite prever que la economía brasileña saldrá de la actual situación de "recesión técnica", y esa es una muy buena noticia para nuestro país y para la región.

El organismo emisor señaló que el índice no registraba un crecimiento mensual tan elevado desde junio de 2008, cuando la llamada actividad económica aumentó 3,32% en comparación con mayo, según Efe.

Según el Banco Central, la recuperación económica en julio también fue evidente en la comparación con el mismo mes del año pasado, con una expansión de 5,28%, aunque esta tasa no tiene en cuenta las variantes estacionales.

Los datos oficiales señalan el PIB brasileño se contrajo 0,6% en el segundo trimestre de este año y acumuló dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo, lo que los expertos consideran como una situación de "recesión técnica".

Los expertos del mercado financiero prevén que la economía brasileña crecerá este año 0,48%, muy por debajo del 1,8% inicialmente proyectado por el Gobierno, aunque el Ministerio de Hacienda ya ha admitido que tendrá que revisar a la baja su previsión.

Esa proyección permite prever para este año una fuerte desaceleración económica tras la ligera recuperación de 2013; luego de haber crecido 7,5% en 2010, el avance de la economía brasileña fue de 2,7% en 2011, de sólo 1,0% en 2012 y de 2,3% en 2013.