Un estudio científico reciente puso en alerta sobre una eventual tsunami que podría afectar Japón, que se produciría ante la acumulación de lava y un eventual desmoronamiento.

La nueva y creciente formación que emergió en el Pacífico sepultó la ya existente isla de Nishino Shima y actualmente cubre una superficie de 1,26 kilómetros cuadrados, y sus cráteres escupen cerca de 200.000 metros cúbicos de lava a diario, que se va acumulando en la costa oriental.

"Si la lava sigue acumulándose en el este de la isla podrían colapsar varias de sus laderas y provocar un tsunami", advirtió Fukashi Maeno, profesor de la Universidad de Tokio, en declaraciones reproducidas por agencias internacionales.

Si se desprendiesen 12 millones de metros cúbicos de lava se generaría un tsunami de un metro de altura capaz de alcanzar en menos de media hora la isla de Chichijima, situada a unos 130 kilómetros al este de Nishino Shima y que tiene unos 2.500 habitantes, alertó el científico.

"La mejor manera de monitorear y de prevenir una catástrofe natural es desarrollando e instalando un nuevo sistema de detección de terremotos y tsunamis cerca de la isla, aunque es imposible poner pie en dicha isla en la situación actual", agregó Maeno.