Acompañado por la presidenta Dilma Rousseff y el mandatario uruguayo José Mujica, "Lula" aseguró que "el criterio de la prensa es la criminalización del PT desde que llegamos al poder. No importa si es verdad o mentira. Lo que importa es la construcción de esa narrativa".
Por su parte, Dilma remarcó a la militancia la necesidad de promover un ordenamiento en las cuentas públicas de Brasil. "Los cambios que las personas esperan dependen mucho de la estabilidad de nuestra economía. Necesitamos garantizar el control de la inflación, de las cuentas públicas", dijo.
Las palabras del ex mandatario se vinculan con las denuncias de corrupción que pesan sobre algunos políticos del PT, acusados de haber participado en millonarios desvíos de fondos de la petrolera estatal Petrobras.
"La lucha no acabó", subrayó Lula, y agregó que en los próximos meses, cuando se conozcan los nombres de los políticos oficialistas que según los denunciantes se beneficiaron con los actos de corrupción en la petrolera, el desafío será desarmar "ese intento de criminalización".
"El PT es motivo de orgullo y debe serlo cada vez más", enfatizó, y repasó la trayectoria del partido así como la lucha por la democracia que llevaron adelante sus militantes en plena dictadura militar (1964-1985).
"El día 10 de febrero de 1980 varios cientos de brasileños y brasileñas comenzaron a escribir una de las más bellas páginas de la historia política de nuestro país", afirmó, y agregó que el partido contribuyó a cambiar el país. "La historia del PT es nuestro mayor patrimonio y nadie nos la puede quitar porque esa historia es la más verdadera", afirmó.
También defendió las medidas económicas "amargas" que ha tenido que adoptar Rousseff al comienzo de su segundo mandato, iniciado el 1 de enero. "Haz lo que haya que hacer. Hazlo, Dilma. Un error desastroso nuestro sería no atender al pueblo brasileño", expresó.
Por su parte, Rousseff defendió a Petrobras, cuyo Consejo de Administración ella presidió en la época en que se cometieron los fraudes, y sostuvo que quien haya "errado" tiene que pagar, pero llamó a preservar la historia del partido.
"Si hubo errores, aquellos que erraron que paguen por los errores. Pero debemos preservar la historia de este partido y de nuestros gobiernos", manifestó.
Rousseff también instó a la militancia a "repudiar el intento de golpe contra la manifiesta voluntad popular", haciendo alusión a la posibilidad, remota, de que la oposición inicie un proceso de juicio político en su contra.
El acto se realizó en Belo Horizonte, en el sudeste del país, un día después de que el tesorero del PT, Joao Vaccari, declarase ante la policía por estar acusado de haber recibido millonarias sumas desviadas de Petrobras para beneficiar al partido.

Acompañado por la presidenta Dilma Rousseff y el mandatario uruguayo José Mujica, "Lula" aseguró que "el criterio de la prensa es la criminalización del PT desde que llegamos al poder. No importa si es verdad o mentira. Lo que importa es la construcción de esa narrativa".

Por su parte, Dilma remarcó a la militancia la necesidad de promover un ordenamiento en las cuentas públicas de Brasil. "Los cambios que las personas esperan dependen mucho de la estabilidad de nuestra economía. Necesitamos garantizar el control de la inflación, de las cuentas públicas", dijo.

Las palabras del ex mandatario se vinculan con las denuncias de corrupción que pesan sobre algunos políticos del PT, acusados de haber participado en millonarios desvíos de fondos de la petrolera estatal Petrobras.

"La lucha no acabó", subrayó Lula, y agregó que en los próximos meses, cuando se conozcan los nombres de los políticos oficialistas que según los denunciantes se beneficiaron con los actos de corrupción en la petrolera, el desafío será desarmar "ese intento de criminalización".

"El PT es motivo de orgullo y debe serlo cada vez más", enfatizó, y repasó la trayectoria del partido así como la lucha por la democracia que llevaron adelante sus militantes en plena dictadura militar (1964-1985).

"El día 10 de febrero de 1980 varios cientos de brasileños y brasileñas comenzaron a escribir una de las más bellas páginas de la historia política de nuestro país", afirmó, y agregó que el partido contribuyó a cambiar el país. "La historia del PT es nuestro mayor patrimonio y nadie nos la puede quitar porque esa historia es la más verdadera", afirmó.

También defendió las medidas económicas "amargas" que ha tenido que adoptar Rousseff al comienzo de su segundo mandato, iniciado el 1 de enero. "Haz lo que haya que hacer. Hazlo, Dilma. Un error desastroso nuestro sería no atender al pueblo brasileño", expresó.

Por su parte, Rousseff defendió a Petrobras, cuyo Consejo de Administración ella presidió en la época en que se cometieron los fraudes, y sostuvo que quien haya "errado" tiene que pagar, pero llamó a preservar la historia del partido.

Discurso de Dilma Rousseff:

"Si hubo errores, aquellos que erraron que paguen por los errores. Pero debemos preservar la historia de este partido y de nuestros gobiernos", manifestó.

Rousseff también instó a la militancia a "repudiar el intento de golpe contra la manifiesta voluntad popular", haciendo alusión a la posibilidad, remota, de que la oposición inicie un proceso de juicio político en su contra.

El acto se realizó en Belo Horizonte, en el sudeste del país, un día después de que el tesorero del PT, Joao Vaccari, declarase ante la policía por estar acusado de haber recibido millonarias sumas desviadas de Petrobras para beneficiar al partido.