Hoy, Phan Thị Kim Phúc es una activista vietnamita-canadiense que pudo volver a sentir las caricias de su nieto sobre su lastimada piel. Phan es la protagonista de la tristemente conocida fotografía del ganador del Pulitzer, Nick Ut, de la agencia estadounidense The Associated Press.

"La niña del napalm" logró volver a tener sensibilidad en su cuerpo y disfrutar de las caricias

Ella tenía  nueve años cuando el 8 de junio de 1972 quedó inmortalizada corriendo desnuda, asustada y lastimada por las bombas tóxicas lanzadas por los estadounidenses sobre su aldea. 

Fue la doctora Jill Waibel en Miami la que decidió ayudarla, después de Phan le contara su historia, y no le cobró por el costoso tratamiento. 

El napalm le había provocado a la mujer quemaduras de cuarto grado, cocinando la carne y los músculos haciendo que éstos se fundieran con los huesos. Tras varias décadas de dolor y de falta de sensibilidad, Phan volvió a sentir la delicadeza de una caricia sobre su piel. 

"Nunca pensé poder curar las heridas o el dolor. Siempre pensé que el alivio llegaría solo en el paraíso, ¡pero ahora la Tierra se convirtió en mi paraíso!", declaró Phan al iniciar el tratamiento.

"La niña del napalm" logró volver a tener sensibilidad en su cuerpo y disfrutar de las caricias

Weibel usó 50 tipos de láser distintos para este inusual tratamiento sobre la piel de la dañada mujer. Los rayos incandescentes fundieron la piel cicatrizada y así surgió piel nueva con colágeno y sensibilidad en los nervios de la superficie. 

"En algunos puntos la piel es suave, ¡es bellísima!", afirmó esperanzada al diario Miami Herald. Además aseguró que los dolores disminuyeron y que lo que más disfruta es poder sentir el contacto de su nieto y su piel.