La ciencia ficción y la aventura se apodera de los cines argentinos esta semana, con el retorno de los dinosaurios. Es que después de 22 años, el mundo jurásico renace de la mano de “Jurassic World”, que no es otra cosa que la cuarta entrega de la saga que comenzó Steven Spielberg en 1993, y que ahora continuó el propio director, aunque desde el rol de productor.

La isla Nublar vuelve a ser el escenario donde, una vez más, se intentará llevar a cabo el parque jurásico que fracasó hace más de dos décadas. Esta vez parece funcionar a la perfección, con atracciones sorprendentes y hasta dinosaurios que no existieron en la prehistoria, pero que son creaciones genéticas de laboratorio. Sin embargo, todo se saldrá de control cuando, justamente, uno de esos experimentos resulte una pésima idea y ponga en peligro a todos los visitantes.

Es una trama sencilla, y hasta predecible, que vuelve muchas veces a los inicios de lo que fue la primera entrega de esta saga, y que por momentos recuerda escenarios de lo que fue el original “Jurassic Park”, aunque con esta cinta se le agrega espectacularidad al parque, acorde a los tiempos que corren y los que vendrán, para que sea tremendamente superior a su predecesor.

La película significa el debut hollywoodense del joven director Colin Trevorrow, quien tomó este clásico, y llevó a cabo un trabajo correcto. Desde la realización e imagen, la labor del cineasta es sorprendente, con secuencias espectaculares e impactantes, y una muy buena utilización del recurso de los efectos especiales. Además, consigue equilibrar muy bien los tiempos narrativos como para presentar y explorar cada una de las increíbles atracciones, para luego pasar a la acción, con los dinosaurios como protagonistas.

Es un espectáculo visual que no tiene otro fin más que entretener, con la presencia de los dinosaurios, los cuales están muy bien logrados, y hasta parecen reales. Presenta un ritmo veloz y casi sin descanso, donde no importa tanto lo previsible de la trama, sino ver y presenciar lo que está sucediendo, y dejarse llevar por el entretenimiento. Así y todo, tiene algo de misterio, pero sobre todo, mucha acción.

El encargado de ‘perseguir’ a estos dinos es Chris Pratt, quien de a poco comienza a introducirse con más fuerza en films de aventuras. Viene de hacer “Guardianes de la Galaxia”, y al igual que en esa ocasión, ahora vuelve a estar muy bien en el protagónico, con un rol que le sienta bárbaro por su carisma y su forma de desenvolverse, y junto a Bryce Dallas Howard tienen momentos que hacen recordar a personajes clásicos del género. También es genial el pequeño cameo que hace el conductor y humorista Jimmy Fallon.

Esta cuarta entrega de la saga no le aporta nada nuevo al mundo jurásico, a lo que hace al argumento o a la historia en sí, aunque no deja de entretener. Sí es superadora en cuanto a la realización, logrando atraer y atrapar a los espectadores con la espectacularidad de cada secuencia, con el misterio, y, en especial, con acción de la buena.

¿Hay que verla? Sí, es una buena propuesta. La espera de más de 20 años no defrauda, y cumple con su objetivo de atrapar al espectador. “Jurassic World” es una buena opción de entretenimiento, que está a la altura de lo que fueron sus anteriores entregas y que vale la pena disfrutar en pantalla grande.