La diabetes tipo 2 es un trastorno metabólico que se caracteriza por el nivel alto de azúcar en la sangre en el contexto de resistencia a la insulina, cuyos síntomas clásicos son sed excesiva, micción frecuente y hambre constante.

Alrededor del 90 por ciento de las personas que padecen diabetes sufren la de este tipo, cuya causa principal es la obesidad entre personas con predisposición genética a la enfermedad, según se cree.

Y bien, el actor Tom Hanks padece esta enfermedad que atribuyó a sus hábitos alimentarios durante buena parte de su juventud y adultez. "Fui un completo idiota", fue la conclusión del actor respecto de su hábito de consumir comida chatarra.

"Pensé que podía evitarlo sacando los bollos de mis hamburguesas con queso", dijo el actor, pero advirtiendo que "se requiere un poco más que eso" para evitar la obesidad y las enfermedades que conlleva, entre ellas la diabetes.

No obstante, en declaraciones a una revista estadounidense, Hanks señaló que "fui afortunado" al ser padre tempranamente, a los 21 años: "Tenía a cargo a mis hijos desde una edad muy temprana, por lo que no me pude dar el lujo de engordar demasiado", dijo.