Luego del éxito de “Ted”, ese film protagonizado por un oso de peluche atorrante, drogadicto y muy divertido, Seth MacFarlane se la jugó un poco más, y escribió y dirigió una cinta donde él mismo es el protagonista. Así, le da vida a “A Million Ways to Die in the West”, también llamada en Argentina “Pueblo chico, pistola grande”, un título que, por cierto, no funcionará demasiado bien.
La cinta parodia el género Western, donde el protagonista vive en un pueblo donde la muerta es cosa cotidiana. Todo el tiempo la gente está muriendo de la forma más absurda, y Albert, un granjero por demás cobarde, intentará sobrevivir al tiempo que, tras negarse a participar de un duelo, es abandonado por su novia. Así, conoce a una nueva mujer que lo ayudará a descubrir su coraje, el que será puesto a prueba de inmediato, ya que esta bella señorita arrastra un esposo criminal, que al enterarse de esta nueva relación, reclamará venganza.
Seth MacFarlane, en su rol de guionista y director, hace que el film funcione a través de una batería de chistes irónicos, absurdos y hasta que rozan el ordinario. Por supuesto, funcionan en la medida en que el espectador sepa de antemano a qué se está sometiendo a la hora de ingresar a la sala de cine para ver esta cinta.
El director crea una buena parodia del género, mezclando humor fino e irónico, al estilo “Padre de Familia”, con algunas cosas de “Ted”, y algunas escenas donde la risa llega de la mano de lo asqueroso. El combo resulta positivo para lograr lo que propone la película, que es divertir y sacar varias carcajadas a lo largo de los 120 minutos de duración.
Ahora bien, en su rol de actor protagónico, Seth MacFarlane aún hace un poco de agua. Tras el traje de oso era otra cosa, mientras que como actor no resulta tan gracioso. Su actuación no es de las mejores, aunque cumple asociándose con Charlize Theron, la coestrella femenina quien realiza un gran papel y hasta suma a la hora de provocar las risas en la sala.
Si hay otro aspecto positivo que tiene el film, es el tremendo elenco plagado de grandes artistas. Si bien, tal vez podrían haber sido mejor aprovechados, ya que la mayor parte de la acción está concentrada en MacFarlane y Theron, también aportan lo suyo Liam Neeson, Amanda Seyfried, Neil Patrick Harris, Giovanni Ribisi y Sarah Silverman.
Como ya se anticipó, la película cumple con lo que propone. Es buena, en la medida en que el espectador esté dispuesto a ver una cinta del estilo “MacFarlane”. Sigue la misma línea que las producciones anteriores de este director, y hasta se podría decir que es inferior a “Ted”. No será de las parodias más recordadas, pero de todos modos, el film divierte y hace reír en gran medida. Además, cuenta con dos muy buenos cameos de películas históricas del género que sorprenderán a más de uno, y serán muy festejados.
¿Hay que verla? Sí, porque divierte, entretiene y hace pasar un buen momento en el cine. A los que no gustan del humor de “Ted”, “Padre de Familia”, “American Dad”, entre otros, es muy probable que odien “A Million Ways to Die in the West”; pero a los que tengan un amplio sentido del humor o ganas de reírse un rato, podrán ver esta comedia y disfrutarla.

Luego del éxito de “Ted”, ese film protagonizado por un oso de peluche atorrante, drogadicto y muy divertido, Seth MacFarlane se la jugó un poco más, y escribió y dirigió una cinta donde él mismo es el protagonista. Así, le da vida a “A Million Ways to Die in the West”, también llamada en Argentina “Pueblo chico, pistola grande”, un título que, por cierto, no funcionará demasiado bien.

La cinta parodia el género Western, donde el protagonista vive en un pueblo donde la muerta es cosa cotidiana. Todo el tiempo la gente está muriendo de la forma más absurda, y Albert, un granjero por demás cobarde, intentará sobrevivir al tiempo que, tras negarse a participar de un duelo, es abandonado por su novia. Así, conoce a una nueva mujer que lo ayudará a descubrir su coraje, el que será puesto a prueba de inmediato, ya que esta bella señorita arrastra un esposo criminal, que al enterarse de esta nueva relación, reclamará venganza.

Seth MacFarlane, en su rol de guionista y director, hace que el film funcione a través de una batería de chistes irónicos, absurdos y hasta que rozan el ordinario. Por supuesto, funcionan en la medida en que el espectador sepa de antemano a qué se está sometiendo a la hora de ingresar a la sala de cine para ver esta cinta.

El director crea una buena parodia del género, mezclando humor fino e irónico, al estilo “Padre de Familia”, con algunas cosas de “Ted”, y algunas escenas donde la risa llega de la mano de lo asqueroso. El combo resulta positivo para lograr lo que propone la película, que es divertir y sacar varias carcajadas a lo largo de los 120 minutos de duración. Es justamente esta mezcla la que genera que el resultado final sea bueno.

Ahora bien, en su rol de actor protagónico, Seth MacFarlane aún hace un poco de agua. Tras el traje de oso era otra cosa, mientras que como actor no resulta tan gracioso. Su actuación no es de las mejores, aunque cumple asociándose con Charlize Theron, la coestrella femenina quien realiza un gran papel y hasta suma a la hora de provocar las risas en la sala.

Si hay otro aspecto positivo que tiene el film, es el tremendo elenco plagado de grandes artistas. Si bien, tal vez podrían haber sido mejor aprovechados, ya que la mayor parte de la acción está concentrada en MacFarlane y Theron, también aportan lo suyo Liam Neeson, Amanda Seyfried, Neil Patrick Harris, Giovanni Ribisi y Sarah Silverman.

Como ya se anticipó, la película cumple con lo que propone. Es buena, en la medida en que el espectador esté dispuesto a ver una cinta del estilo “MacFarlane”. Sigue la misma línea que las producciones anteriores de este director, y hasta se podría decir que es inferior a “Ted”. No será de las parodias más recordadas, pero de todos modos, el film divierte y hace reír en gran medida. Además, cuenta con dos muy buenos cameos de películas históricas del género que sorprenderán a más de uno, y serán muy festejados.

¿Hay que verla? Sí, porque divierte, entretiene y hace pasar un buen momento en el cine. A los que no gustan del humor de “Ted”, “Padre de Familia”, “American Dad”, entre otros, es muy probable que odien “A Million Ways to Die in the West”; pero a los que tengan un amplio sentido del humor o ganas de reírse un rato, podrán ver esta comedia y disfrutarla.