La actriz confesó sus problemas de conducción en Pura Química. Al punto de asegurar que la caja de camios automática "me salvó la vida".

Contó que una vez arrancó una camioneta y "Me llevé puesto un carting que era del papá de mis primeros tres hijos".

Y que en otra ocasión se olvidó a la hija arriba de la camioneta, con las llaves dentro. En la desesperación abolló todo el vehículo, hasta que un hombre de seguridad la ayudó a romper el vidrio.

Pero, como si fuera poco, también se animó contar un "papelón" de la pubertad.