Como todo adolescente, Migue Granados hizo de las suyas junto a sus amigos cuando era un pibe. Pero esta vez, las anécdotas del comediante de Sin Codificar, que contó en el programa Pura Química, sorprendieron por lo desopilantes.

“En la época del ciber, yo estaba todo el día ahí, y a veces me pasaba de rosca, y no me quedaba plata”, introdujo el hijo de Pablo Granados, y luego reveló: “Empezábamos a hacer quilombo para que nos echen, empezábamos a gemir, y hacíamos un ruido especial, para que los dueños piensen que hacíamos una asquerosidad en su compu, y nos echaban y nos íbamos sin pagar”.

Como si fuera poco, más tarde Migue explicó cómo hacía, junto a sus amigos, para trasladarse por la ciudad de Rosario. Cuando tenían que ir hasta alguna dirección lejana, se acercaban a un patrullero y le decían que les habían robado, y que el ladrón se dirigía justo hacia el lugar donde tenían que ir: se subían al vehículo policía, que, sin saberlo, los llevaba hacia donde deseaban.