Isabel Pantoja, de 58 años, fue condenada en 2013 a dos años de prisión y a pagar una multa de 1.150 millones de euros por el delito de lavado de dinero, junto a su expareja, el entonces alcalde de Marbella, Julián Muñoz.

En España, cuando un condenado no tiene antecedentes penales y la pena es de hasta dos años, la Justicia opta por no ponerlo en prisión. Pero este no sería el caso.

La corte de Málaga rechazó este lunes esa solicitud, que había sido realizada por los abogados de la cantante el pasado 23 de octubre, argumentando que la lucha contra la corrupción es "una prioridad absoluta".

Le dieron a la artista solo tres días para presentar su último recurso: el de "súplica", que deberá ser estudiado por el mismo tribunal que acaba de rechazar su excarcelación. Por lo que se asume, que Pantoja tiene un pie dentro de la cárcel.

Muñoz, en cambio, se encuentra en prisión desde 2006 por haber sido parte de la "Operación Malaya", una de las mayores red de corrupción urbanística e institucional en España.

Sobre la actuación de la cantante, la Fiscalía Anticorrupción señala que "puso al servicio de Julián Muñoz las sociedades de su propiedad a través de las cuales canalizaba su actitud profesional acentuando, de este modo, la confusión y ocultación de las operaciones".