“Veo que en Internet está circulando con mucha fuerza la versión de que estoy muy enfermo y es verdad. Tengo un Parkinson que me está pisando los talo­nes pero les aseguro que no me voy a bajar tan fácil de un escenario”, lanzó y aprovechó para señalar algunos cambios es su banda. 
 

Más de 160.000 personas “invadieron” la ciudad de Tandil y el Hipódromo local re­balsó como nunca de la impo­nente convocatoria, que ya es mucho más que un evento de rock.


Las caravanas, todo la vigilia previa de traslado hacia diferentes puntos de la ciudad ex­ponia la postal de un verdade­ro éxodo.

La masa humana que, desde diferentes puntos del país, llegó a la ciudad de Tandil. Y, en todas las modalidades, desde el traslado para el momento mismo del recital como para regresar una vez finalizado.

La avenida Moseñor Actis, muy cercana al Hipódromo, se erigió en una verdadera zona de aguante, en donde boliches y cantinas se convirtieron en sedes momentáneas de los fans del ídolo. 


El recital de anoche fue la primera presentación del músico luego de anunciar (en 2015) su despedida de los escenarios por padecer “una enfermedad malvada”.