La edición de este martes de “El Pueblo quiere saber” contó, una vez más, con la grata e incomparable presencia de Gerardo Romano, quien se sentó en el banquillo de Duro de Domar, y respondió todo lo que le preguntó el panel del programa.

Entre otras cuestiones, el actor reconoció que varias veces se quedó sin trabajo por ser una persona frontal, y al respecto, confesó: “Después del hecho decís ‘podría no haberle dicho tal cosa’, pero hay algo morboso y masoquista, que uno se relame en la pérdida que te ocasionó esa reacción tuya, y que te reconocés que sos cuando hacés eso”.

En otro orden de cosas, Romano también recordó el intento linchamiento que le tocó presenciar hace un año, y reveló que desde ese entonces, nunca lo llamaron para declarar. “Ni supe que hayan hecho ninguna averiguación o un paso procesal, o sea quedó en la nada”, agregó.

Por otro lado, el invitado de Duro contó una divertida anécdota sobre una nota que brindó dentro de un móvil policial. Cuando comenzó a dar la entrevista, lo llevaron detenido para declarar sobre un hecho del que había sido testigo, y continuó hablando con el periodista dentro del patrullero.

Uno de los momentos más divertidos de su paso por “El Pueblo quiere saber” fue cuando recordó la época en que hacía presencias, y le explicó a Roberto Pettinato de qué se trataban. “Se hacen cuatro o cinco veces en una noche; tenés que estar entero porque te pasan a buscar a las 2 de la mañana, y dura hasta las 6; el Conurbano es una boca de lobo que aúlla, y de repente te largan, con una luz que te encandila, no vez, y sentís los gritos; siempre tenés que cobrar antes, porque sino no cobrás nunca”, indicó Romano.

Por último, el actor se refirió a su nueva obra de teatro, “Un judío común y corriente”, en la cual se lo puede ver de jueves a domingo en el Maipo Cabaret. “A esta altura de mi vida, para subirme a un escenario necesito tener justificación y plenitud, y tener mucho deseo de expresar lo que estoy diciendo”, manifestó al respecto.