Los fanáticos de esta saga que popularizó a Mel Gibson tres décadas atrás esperaban con ansias por conocer la nueva entrega de “Mad Max”, que finalmente llegó este jueves para convertirse, no solo en uno de los estrenos más importantes de la semana, sino que, seguramente, del año. Sin ser una remake ni una continuación, “Furia en el Camino” se trata del relanzamiento de un mítico personaje del cine de acción, con un nuevo protagonista principal.

Todo transcurre en un mundo post-apocalíptico, repleto de extraños y bizarros personajes. El antihéroe que encabeza la historia, deambula solo en busca de sobrevivir, mientras es atormentado por un pasado oscuro. Sin quererlo, terminará envuelto e involucrado en conflictos ajenos, y colaborará con un grupo de mujeres para terminar con la tiranía de la Ciudadela, en una guerra que se desarrolla a lo largo de todo el desértico camino.

Uno de los grandes aciertos de George Miller es realizar un relanzamiento del personaje, con una historia nueva, que no está netamente vinculada a las anteriores; no es una mera continuación. Para evitar comparaciones, “Furia en el Camino” es una película nueva, basada en el personaje que catapultó a la fama a Mel Gibson, pero con un protagonista diferente.

Fuera de esto, Miller recrea un universo fantástico que es realmente espectacular. La cinta se convierte en una experiencia visual tremenda, que hace que el espectador casi que sea parte de la misma. Desde los aspectos visuales y la realización, el estreno de este jueves es impresionante. El director, además, da una clase de cómo se deben utilizar los efectos especiales, y cómo generar una seguidilla ininterrumpida de secuencias de acción de primer nivel.

Uno de los aspectos que más se iban a prestar al debate por parte de los fanáticos era si el nuevo protagonista podía suplantar al anterior. Tom Hardy es un excelente actor, incluso ha logrado trabajos superiores a su predecesor, pero simplemente no es él. Mel Gibson es Mad Max, y pareciera que el actor que se metió en la piel del personaje en esta ocasión lo entendió, asique no buscó superarlo ni nada por el estilo, sino que solo cumplió con su rol.

Hardy tuvo algo de Gibson, pero no fue él. De todos modos, consiguió elaborar un buen papel, con poco diálogo pero mucha gestualidad, además de su destreza para las escenas de acción. Junto a él, y con muchísima participación, aparece una casi irreconocible Charlize Theron, quien elabora un trabajo sorprendente en un papel de heroína que le calza muy bien. Y el elenco principal se completa el gran actor Nicholas Hoult, en un rol más bien secundario, pero que aporta lo suyo.

La película en sí, no da lugar al parpadeo. Son 120 minutos de plena acción, persecuciones, disparos, explosiones, y mucho más. Son casi dos horas de tensión, en medio de un mundo fantástico, con personajes que parecen imaginados por una mente desquiciada. Es un gran estreno, que se destaca por su tremenda realización, pero además tiene todo un entramado un tanto más complejo sobre el rol de la mujer y los conflictos sociales en este mundo post apocalíptico.

¿Hay que verla? Sí, y en especial en cine. Es toda una experiencia visual que merece ser disfrutada desde la butaca de la sala de cine. “Mad Max: Furia en el Camino” es un sorprendente y grato relanzamiento de un gran personaje del cine de acción. Hay que verla.