Hay que reconocerle a Migue los reflejos y la capacidad de reacción que lo hizo levantarse como un gato para huir de una colisión que parecía inevitable.

Por suerte para el resto del staff, el choque que llevó al auto a encaminarse hacia el ventanal desde donde observaban la esquina, no derivó en un desastre mayor.

Como hoy todo es pasible de convertirse en un contenido, el propio Migue decidió que lo mejor era que él mismo relatara lo que había ocurrido.