Muy lejos quedó aquel despegue en su carrera que significó “Sexto sentido”, y tras varios trabajos flojos, el director indio M. Night Shyamalan regresa a escena con “Los huéspedes”, con la intensión de asustar un poco a los espectadores con una tensionante estreno.

Mucho no se puede adelantar respecto a la historia sin caer en un spoiler. Se trata, básicamente, de dos hermanos preadolescentes, que viajan solos a visitar a sus abuelos, a quienes no conocen debido a que han cortado relación con su madre desde antes que nacieran. Los niños pasaron una semana en la granja de los ancianos, en donde sucederán cosas bastantes extrañas.

La cinta parte desde una idea original, y Shyamalan se las arregló con muy poco presupuesto para llevarla a cabo. Al mejor estilo “Proyecto Blair Witch”, está filmada como si se tratara de una realización casera, con mucha cámara en mano y planos poco convencionales para el cine hollywoodense.

Este recurso narrativo de ‘falso documental’ está muy bien explotado por el director, y gracias a él genera misterio y tensión durante los más de 90 minutos de duración. Lo extraño es la constante inclusión de chistes y toque de humor, que casi siempre aparecen forzados y sin sentido.

En cuanto al plantel actoral, muy bien por los niños, Olivia DeJonge y Ed Oxenbould, y mejor aún por los abuelos, Peter McRobbie y Deanna Dunagan. También participa Kathryn Hahn, aunque con menos Aparición.

Es una película entretenida, que más allá de estar vendida dentro del género de terror, es decididamente una cinta de suspenso, cumpliendo con todos sus requisitos. Es correcta desde las actuaciones, y, salvo por los ya mencionados intentos humorísticos, cumple desde el guión y la narración. Es un correcto regreso de Shyamalan, superando sus últimos trabajos.

¿Hay que verla? Sí, es una buena opción, aunque no es un estreno imperdible. Vale la pena verla en el cine, para tensionarse con una historia original y atrapante, pero también se puede esperar a que aparezca en DVD.