A dos semanas de su estreno, ‘Black Mirror: Bandersnatch’, la película interactiva de Netflix, continúa siendo furor, y un portal de cine realizó un particular análisis sobre los usos que puede darle la plataforma a la información que reciba por parte de los usuarios y sus ‘decisiones’ al ver el original largometraje.

La cinta estrenada el 28 de diciembre vino con la novedad de que la narración la va decidiendo el propio espectador. Una especie de ‘Elige tu propia aventura’, con diferentes finales condicionados por las decisiones que va tomando el usuario.

Al respecto, el periodista español Víctor González de la revista GQ consideró que Netflix buscará así, a partir de la información que recoja de estas decisiones, perfilar aún mejor los formatos que pueden tener éxito entre diferentes audiencias. “La plataforma es responsable de muchas grandes series y películas de los últimos años, pero su base de datos es clave para conocer a sus audiencias y darles lo que de verdad quieren ver”, explica.

Cómo usa Netflix los datos que obtiene de los espectadores de su reciente película interactiva

“Seguro que has leído artículos, o hilos de Twitter un tanto apocalípticos que afirman que ‘Bandersnatch’ es una estrategia de la compañía para guardar nuestros datos sobre decisiones narrativas y comerciales, para vendérselos luego a las marcas; y lo cierto es que, aunque estas tesis no van del todo desencaminadas, poco hay que entender de Netflix para desconocer que la información que conserva sobre nosotros es su gran valor”, insiste el periodista.

González afirma que la plataforma utiliza los datos para el sistema de recomendaciones que sugieren títulos según los gustos de los usuarios, pero también para saber qué ingredientes funcionan en sus series y películas, y para crear una interfaz personalizada e intuitiva que mantenga conectado al servicio durante el mayor tiempo posible.

En este sentido, el periodista señala que “la película interactiva reduce la posibilidad de elección de los usuarios a dos itinerarios diferentes en diferentes momentos del relato, y eso facilita el trabajo de Netflix”, y añade: “Si antes se guiaba por tus gustos y tus hábitos de visionado, ahora eres tú quien le dice qué cereales elegirías para desayunar o qué música te pondrías en el trayecto de autobús; y no solo eso, también qué decisión vital tomarías en un escenario de tensión insoportable”.

“El primer uso que podemos encontrarle a esto es narrativo, ya que asocias tu perfil a unas preferencias; si decides que el protagonista de ‘Bandersnatch’ salte por una ventana, Netflix sabe qué tipo de reacción buscas en el protagonista de una narración, y eso puede ayudar a otra ficción que ahora mismo se esté produciendo a triunfar, a que los espectadores se enganchen a ella; además, tú decides qué marcas y productos aparecen en la serie o película, y qué banda sonora te apetece que suene”, sostiene González.

Por último, el periodista concluye que “‘Black Mirror’ es un ejemplo de implicaciones reducidas, pero si este tipo de formatos se pusieran de moda, los ejecutivos de Netflix serían capaces no solo de predecir cuál es la serie perfecta para ti, sino de cambiar ciertos aspectos de ella en función de cada espectador”.