La gemela se enojó muchísimo cuando encontró un comunicado en el que la trataban como "gato griego", además de pedirle que utilice el ascensor de servicio "como el resto de las mascotas".

La rubia culpó a un empleado del edificio y caliente por el chiste advirtió: "Voy a pedir las cámaras de seguridad", según leyó Marina Calabró en Intrusos. Después de eso, la carcajada fue inevitable.