La prestancia de Luis Miguel a la realización de su serie, que causó un furor inédito, tiene que ver con un operativo de salvataje propuesto por un grupo de empresarios mexicanos.

Para 2016, el “Sol de México” debía 18 millones de dólares, según publicó el diario Excelsior. Múltiples demandas y más de tres años de ausencia en los escenarios y silencio discográfico habían explotado sus finanzas.

El hijo del multimillonario Carlos Slim, su amigo Miguel Alemán Magani y Carlos Bremerinvirtieron 5 millones de dólares cada uno, con el fin de recuperarlos en dos años con un 5% de interés. Este dinero le sirvió a Luismi para levantar demandas y deudas.

A los fines de devolver ese monto, que con los intereses rozaba los 16 millones de dólares, el cantante se dio cuenta que necesitaba regresar a la escena, y la mejor forma era contando su vida. Así nació la idea de la serie. No tuvo alternativa, pero puso una condición: Miguel Alemán sería el encargado de verificar la información que saldría a la luz.

En ese momento, Pedro Torres, con el apoyo total de Televisa, ya le había echado el ojo a la realización de la serie, sin embargo, Alemán Magnani, José Luis Ramírez Magnani y Antonio Cue Sánchez junto con Mark Burnett crearon Gato Grande Productions. Dicha casa productora firmó con Netflix y Telemundo para su inmediata transmisión.