"No te las operes son dos tesoros, te van a dar muchas satisfacciones". La voz en el teléfono era de la Coca Sarli, icono sexual argentino, aconsejando a quien por ese entonces era una incipiente actriz, Florencia Peña.

El llamado la sorprendió cuando estaba en plena decisión: debía sacarse sus grandes pechos o definitivamente quedárselos. Y Florencia decidió. Finalmente optó por achicarlas, dejar de ser un simbolo sexual y dedicarse de lleno a la comedia.

Mal no le salió.