Basada en la novela de Anthony Burgess, la Naranja Mecánica, de Stanley Kubrick, muestra la vida de un ladrón, pervertido y violador sociópata, fanático de Beethoven a quien encierran e intentan curar a través de un duro tratamiento de psicología conductista.

La película, ganadora de muchos premios, se convirtió en un clásico del cine y esta escena, hermosa, melódica, rápida y con un recurso excelente, muestra un pedacito de la vida sexual del irreverente Alex "El Grande".

El trío, en armonía, empieza y finaliza en la pantalla y te deja con ganas de repetir lo que viste, pero en tu cama.