El porno está dirigido para hombres. Por "tradición" las películas o las fotos pornográficas eran consumidas por varones que, curiosos o solitarios, se cascaban o se descubrían en los armarios de sus cuartos, escuelas o vestuarios. Pero nadie vio venir los años 70 y la revolución de las pastillitas anticonceptivas. Las mujeres se cansaron de ser siempre las coprotagonistas y hoy ellas también quieren porno, consumen porno y disfrutan del porno.

En la industria de las películas XXX, cuando se explora el porno para mujeres se encuentra que hay más masajes, caricias, besos y, ya que estamos, esa palabra que suena tan horrible pero que tiene un significado bastante agradable: cunnilingus. Pero además de esos cambios, los tiempos son distintos, los cuerpos se acercan mucho más a sus formas auténticas, las imágenes son más delicadas, la historia tiene un hilo y la penetración deja de ser el único objetivo.

Según un estudio realizado por el Departamento de Educación Sexual de PRIME Argentina, el 79% de las mujeres afirma haber visto películas porno sola. A partir de ese dato, esta nota.

Las películas pornográficas para mujeres son, además, menos violentas ya que hay pocos cachetazos, gargantas profundas y tiraditas de pelo. Una de las directoras y productoras de cine erótico femenino que revoluciona la industria es Erika Lust. La muchacha es licenciada en Ciencias Políticas y autora de cuatro libros, tres cortos y cuatro largometrajes.

Su primer trabajo, dirigido y escrito y producido por ella misma, fue el cortometraje The Good Girl, realizado en 2004, antes de fundar su propia compañía de producción, Lust Films. Este cortometraje poco después se integró en el largometraje Cinco historias para ellas, una antología de cinco historias porno, que fue galardonada con varios premios internacionales, mejor guión en el festival internacional de cine de 2007 en Barcelona (FICEB Award), el Venus-Eroticline-Award 2007 en Berlín, así como el premio a la mejor película del año, en los Feminist porn awards en Toronto (2008).

La cineasta considera que el cine pornográfico puede ser un instrumento educativo además de placentero, y que ayuda a conocer mejor nuestra sexualidad para vivirla más libre y naturalmente.

"Hay un cine especial para mujeres, nació durante los últimos 10 años. Nosotras miramos porno pero somos muy críticas, la gran mayoría creo que sienten lo que yo sentí la primera vez que vi una, mi cuerpo sí reacciono pero emocionalmente no me gusto lo que vi. Es un genero que aún nos cuesta un poco", comentó Lust.

Ella, que filma lo que le gustaría ver y nunca vio en la industria, sostiene que las mujeres, en sus películas, a veces tienen orgasmos reales: "Es lo mejor que puede ocurrir".

Estas diferencias abren una posibilidad nueva a la hora de tener relaciones sexuales con tu pareja, amigo, amiga y/o amante. Los hombres deberían mirar esta clase de porno para poder entender qué es lo que busca una mujer cuando te muerde el cuello, cuando te toca la entrepierna o te chupa la oreja.