Sin contar alquiler u otros egresos como diversión y acceso a la cultura, una familia porteña, compuesta por matrimonio con dos hijos menores, necesita esa cifra para no ser pobre y poco más de 6.500 para no ser indigente.

Así lo informó este miércoles la Dirección General de Estadística y Censos de la Ciudad, considerando familia tipo a un matrimonio compuesto por una mujer y un varón, ambos de 35 años, activos, con dos hijos varones de 6 y 9 años y propietarios de la vivienda.

El organismo oficial precisa que esa familia porteña necesitó un ingreso en julio de 12.979,40 pesos para no caer en la pobreza, y de 6.524,62 pesos para no pasar a la indigencia.

Dichos números refieren a la canasta básica total (CBT, que marca el límite de la pobreza), la cual aumentó el mes pasado un 2,13 por ciento, en tanto la Canasta Básica Alimentaria (CBA, que establece la frontera entre la pobreza y la indigencia) tuvo un incremento mensual del 3,44 por ciento.

Los diferentes incrementos revelan el mayor peso de los alimentos en el aumento general de precios, que en la Ciudad fue en julio de 2,2 por ciento, prácticamente igual al de la CBT pero 1,2 punto por debajo de la CBA.