El juez Griesa manifestó en repetidas oportunidades, a lo largo de la reunión con los abogados de los fondos especuladores -Aurelius, en este tramo- así como de las entidades financieras involucradas -Citibank y Bank of New York Mellon- sus dudas respecto a cuestiones puntuales marcadas por los letrados de los buitres.

La semana pasada el diario estadounidense New York Times, trató al magistrado como "lento" y sugirió que "debería haber pensado mejor antes de emitir su fallo".

Por enumerar algunos de sus blancos, el magistrado nacido en 1930 preguntó -¡a ésta altura!- si los bonos correspondían a los títulos adheridos a los canjes; no recordó el nombre de la entidad financiera que regula las normativas de financiamiento europeo, el banco Euroclear; desconoció los pagos realizados por el país, antes del último vencimiento (el 30 de junio) e incluso afirmó que no entendía "la importancia de esos pagos a la presente cuestión".

El colmo llegó ante un reclamo del abogado que defiende los intereses del banco de Nueva York, quien advirtió sobre los problemas legales que debería afrontar la entidad por parte de los bonistas, que tienen el derecho a cobrar el pago depositado por Argentina.

La respuesta del magistrado ante la problemática que mantiene trabadas las negociaciones, fue un pedido de ayuda: "¿Me puede decir lo que debo hacer?", pronunció sin vergüenza antes de desentenderse totalmente de la decisión que hace tiempo, debería haber tomado.