Son de manual. Uno ya sabe cómo van a actuar y qué van a decir aunque no los escuche. Apelando al odio al oficialismo de gran parte de su audiencia defienden a cualquiera que los enfrente, aunque sea circunstancialmente, aunque afecte a los intereses del país.

Y así llegan al extremo de presentar como algo descabellado la posición del Gobierno de negociar con el organismo multilateral de crédito buscando un acuerdo sostenible y que no afecte la capacidad de crecimiento de la economía argentina.