En el CCK, Mauricio Macri anunció que se llevará adelante una reforma tributaria que incluirá un nuevo impuesto a aplicarse en plazos fijos y títulos públicos, que tendrán que abonar sus tenedores… si viven en la Argentina.

En efecto, el Gobierno buscará gravar la renta obtenida con la especulación a residentes argentinos, blindando el gran negocio del ahorro –sobre todo en bonos públicos y acciones– a favor de capitales golondrina del exterior.

De acuerdo a fuentes citadas por diferentes diarios, las alícuotas serán de 5 por ciento para la inversión en pesos y del 15 por ciento en dólares, de las que serán eximidos los no residentes en nuestro país.