Como se sabe, el Gobierno decidió aplicar retenciones a las exportaciones de granos. En los hechos, era la única y última promesa preelectoral que Mauricio Macri había cumplido: quitarlas apenas asumió como presidente.

Sin embargo, la realidad fue más poderosa que las intenciones presidenciales: las inversiones no aparecen, la lluvia de dólares no cae y el mercado cambiario consume todos o casi todos los billetes verdes que se obtuvieron con préstamos internacionales.

De modo que el macrismo volvió a las retenciones aunque con la siguiente particularidad: en lugar de aplicar un porcentaje, cobra 4 pesos fijos por cada dólar que ingrese a través de las exportaciones agropecuarias.

Así las cosas, los productores agropecuarios decidieron retener los granos a la espera de otro momento oportuno: especulan con que el dólar siga subiendo para licuar esos 4 pesos de retención. Volumen incluso inferior a la semana anterior.

El analista Dante Romano, de la corredora Futuro y Opciones (FyO), señaló que "si el tipo de cambio se va a 50 pesos, el 10 por ciento actual pasará a ser del 8 por ciento, con lo cual el tipo de cambio se come el impuesto y si el Gobierno sigue necesitando fondos es casi seguro que correrá todo para arriba".

Según el citado medio, hay algo menos de 8 millones de toneladas de soja en poder del campo, valuadas hoy y a valor FOB en 3.000 millones de dólares; un volumen, dice BAE, que la exportación sabe que será difícil de sacarle al productor.