Se trata de unos 180 titulares de las cuentas no declaradas de la sucursal del HSBC  Private Bank en Ginebra, quienes deberán responder sobre los activos que tenían en el exterior y especialmente por el “asesoramiento” que recibieron de parte de la entidad bancaria.

La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) denunció al HSBC  y a sus directivos argentinos –encabezados por su presidente Gabriel Martino– de armar y diseñar una plataforma que permitió la evasión de 3.500 millones de dólares, a través de unas 4.040 cuentas.

Se cree que el HSBC habría facilitado una red de sociedades off shore para evitar ser atrapados por el fisco argentino.

En la documentación que presentó la AFIP, y que fue analizada por el fiscal, aparecen intercambios de correos electrónicos entre los titulares de las cuentas y profesionales del banco.