El Presupuesto 2018 preveía un crecimiento de 3,5 por ciento para 2018. Sin embargo, el Indec informó este miércoles que la economía sufrió un brutal retroceso de 2,6 por ciento, el peor índice desde 2009.

Simultáneamente, otro indicador oficial muestra los estragos causados por el ‘plan de guerra’ ejecutado por el macrismo contra el mundo del trabajo, especialmente asalariados y pymes.

De acuerdo al Sistema Integrado Previsional Argentino, en 2018 hubo 191.300 trabajadores menos que en el año anterior, 131.000 de cuales se perdieron entre asalariados registrados de la actividad privada.

Esto es, en el segmento de economía que la gestión de Mauricio Macri y el propio Presidente dicen que se está beneficiando cuando habla de “empleos de calidad”.

¿Cómo busca paliar el Gobierno este terrible panorama que promete repetirse en 2019? También se supo hoy: a través de créditos a tasa preferencial para grandes, medianas y pequeñas empresas.

Macri presentó este miércoles un paquete de ayuda financiera para el sector empresarial por 100.000 millones a tasas que van del 24 y 29 por ciento; créditos que otorgarán bancos públicos y privados.

Ante el cierre de unas 25 pymes por día, el Gobierno quiere otorgar a las que van quedando –incluidas empresas gigantes– nuevo endeudamiento, estirando su agonía sin hacer un cambio brusco de rumbo económico.

¿Cómo evitar que las empresas sigan despidiendo o quebrando mientras las políticas de Estado fomentan la caída del consumo, tarifazos interminables y devaluación del peso? Solo Nicolás Dujovne y Macri parecen saberlo.