Tras un breve encuentro entre las partes, el juez Thomas Griesa levantó la reunión conminando a los abogados que representan a la Argentina para que se haga efectivo su propio fallo: es decir, que se pague el ciento por ciento de lo que reclaman los fondos buitre.

El magistrado criticó también las declaraciones públicas del gobierno argentino al considerarlas "muy engañosas", a lo que añadió que la "Argentina puede disentir con la Corte, pero las tergiversaciones de los hechos tienen que parar".

Tras confirmar al mediador Daniel Pollack, Griesa reclamó a los abogados de la Argentina que el país haga efectivo su fallo, al señalar que "las obligaciones del país no se extinguieron", y pidió colaboración para hallar "una solución rápida" para resolver el diferendo.