El bloque de diputados del FpV consideró que "Macri no habló de producción. No habló de industria. No habló del tarifazo. No habló de la devaluación. No habló del endeudamiento al que piensa someter al país. No habló de los miles de despidos tanto en el sector público como en el privado. No habló de la represión a los trabajadores y militantes sociales. No habló de las pymes. No habló de nuestros municipios y comunas. No dijo una sola palabra sobre cuestiones de género".


"Tampoco dijo qué plan tiene para controlar la inflación que se disparó a niveles inusitados gracias a su devaluación del 60% (y contando) y con el tarifazo aún inconcluso. Ni cómo piensa crear empleos sin proteger la industria y con la obra pública paralizada. Ni cuál es la alquimia que permitirá alcanzar la pobreza cero a partir del despido masivo de trabajadores y la pretensión de limitar las paritarias. Ni por qué las promesas para las provincias y los sectores postergados se miden en años, mientras que las medidas que benefician a los sectores más ricos y concentrados se concretaron en cuestión de semanas" completaron.


Por su parte, Máximo Kirchner, diputado nacional opinó: "Creo que el debate en el Congreso debe ser lo más sano posible pero no hay que acordar con los Fondos Buitres de cualquier manera. Se está hablando de mucha plata. Se está hablando, por ejemplo, de un solo caso el del NML de $4653 millones y recordemos que la Argentina ya cuenta en sus reservas con 5 mil millones que les prestaron los bancos".


Y continuó: "Hay que recordar que quien maneja estas negociaciones es alguien como (Adolfo) Prat Gay que en el 2001 dijo que había una ´bomba atómica´ y que se habían ido los ahorros de los argentinos o alguien como (Federico) Sturzenegger quien estuvo al frente también del anterior Megacanje y recordemos como terminó. Realmente uno tiene desconfianza en estos funcionarios".


A su vez el economista kirchnerista, Hernán Letcher, expresó que Mauricio Macri, "mencionó que la inflación no es culpa de su gestión y que el mecanismo para contenerla será limitar la emisión monetaria y bajar el déficit fiscal, dos políticas ostensiblemente recesivas, que se combinarían con la libre competencia en lugar de la regulación estatal".


"Nada dijo sobre las promesas incumplidas en relación al impuesto a las ganancias que incrementó la cantidad de contribuyentes y sobre la colocación de topes del 20 al 25% a las paritarias de los trabajadores" continuó y agregó que además "asentó el rumbo del endeudamiento con los acreedores externos, previo arreglo con los fondos buitres por la mitad de lo pagado a los bonistas reestructurados, que son el 93%".