Con el creciente número de víctimas mortales por el coronavirus 2019-nCoV, el transporte, el turismo, los mercados bursátiles y las materias primas, se derrumbaron en China a lo que se suma el cierre de fábricas y empresas: McDonald’s, Starbucks, WeWork, H&M y Disney son algunos de los gigantes empresariales que optaron por cerrar sus negocios en el país asiático.

La bolsa de China se hundió este lunes. Su principal índice de referencia, el Shanghai Composite Index, ha cerrado la jornada con una caída del 7,8 %, marcando niveles mínimos de hace casi dos meses. Asimismo, el valor del yuan se sitúa en su nivel más bajo en lo que va de año.

Entretanto, en una revisión del mercado publicada el pasado jueves, Moody’s Analytics constató que la propagación del nuevo coronavirus  podría convertirse para la economía mundial en un 'cisne negro' más grave que la crisis financiera de 2008-2009, en referencia a un evento impredecible que provoca graves consecuencias. 

La agencia explica que, a diferencia del colapso del mercado hipotecario de EE.UU., "nadie predijo el surgimiento de una pandemia potencialmente devastadora a principios de 2020".  

Además, los analistas de Moodyʼs han detectado que el coronavirus dejó secuelas en algunos indicadores clave que afectan a la economía global. En particular, se ha registrado un impacto negativo en el índice de precios de los metales industriales, que se encuentra en clara correlación con el crecimiento económico mundial.

En la misma línea, la directora del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, afirmó el viernes en declaraciones a la prensa que, además de estar afectando ya a la economía china, el brote de coronavirus supone un riesgo para el crecimiento económico mundial, al menos a corto plazo.