La desesperación tiene cara de hereje, reza un dicho popular que es perfectamente aplicable a la medida que acaba de adoptar Mauricio Macri luego de permitir que miles de millones de dólares se fugaran al exterior. Prácticamente, la totalidad del préstamo del FMI.

Cuando el país se está quedando sin billetes verdes, el Presidente ordenó al Banco Central que limite el reparto de utilidades de los bancos y entidades financieras a un permiso expreso a la autoridad monetaria. Es decir, un eventual cepo al giro de dólares al exterior.

Una decisión que se toma bastante tarde, si se tiene en cuenta que desde que el macrismo está al frente del gobierno han girado al exterior miles de millones de dólares gracias a la timba financiera promovida por el mismo Ejecutivo Nacional a través del BCRA.

"Con esta medida se garantiza que se mantenga la liquidez del sistema, para que los depositantes puedan hacerse de la liquidez que demanden”, indicó al respecto una fuente del Central que dio a entender, de esta manera, que los dólares comienzan a escasear en el país.

Una medida que se toma el mismo día que la Argentina sale del “default selectivo” pero que sigue al borde de la cesación de pagos, de acuerdo a Standard & Poor's.