Ante la posibilidad de que no hubiera acuerdo, se activaron diferentes vías de negociación para evitar el default y avanzar en un acuerdo con los holdouts.

Por esa razón, luego de la caída de la iniciativa original de los bancos presentada por ADEBA y SEDESA, resaltó la alternativa a la que habían sumado empresas y entidades extranjeras, para poder cerrar un acuerdo entre privados con relación a los títulos de deuda pública que poseen los fondos especulativos.

De esta manera, entidades como Citibank, el HSBC, o incluso el propio J.P. Morgan, se sumaron a un posible acuerdo. De hecho, en las reuniones lideradas por el fondo Elliot, se contó con la presencia de fondos de inversión extranjeros como Greylock Capital, que se interesaron en una conclusión exitosa de la negociación.

Por su tenencia de papeles domésticos, estaban interesados en el éxito en la transacción y plantearon posibles mecanismos para comprar reclamo a los fondos buitre sin que se gatille la cláusula RUFO, según consigna Ámbito Financiero.

También entraron en el juego varias grandes empresas de capitales argentinos, para sumarse al incremento del presupuesto de pago que logre un acuerdo con los holdouts.

Según expresa el matutino, la discusión sobre los montos a pagar ya está cerrada, pero se estaría negociando sobre las cuotas para saldar el pago, ya que los holdouts esperan recibir 700 millones de dólares antes de fin de año, mientras que el acuerdo apuntaría a pagar 250 millones, antes de iniciar el plan de pago.