Restaban pocos minutos para que el equipo de Messi entre a la cancha cuando un grupo de simpatizantes violentos ingresaron al estadio mundialista por la fuerza. No contaban con tickets por lo que eludieron la seguridad y corrieron sin mirar atrás.

La organización del certamen informó luego del partido detuvieron a 30 personas que habían intentado entrar sin ticket. "Fueron controlados por los auxiliares del estadio, que los entregaron a la policía", explicó Clair Milesi, portavoz del comité organizador de Brasil 2014.

Las personas aprehendidas fueron liberadas a las pocas horas y las autoridades aseguraron que tan solo se trató de un hecho "aislado".