La historia cuenta que él, Carlos Caetano Bledorn Verri, más conocido como Dunga fue el único de los once jugadores brasileros que estaban en cancha que no tomó del bidón. Evidentemente esa anécdota en octavos de final del mundial de Italia 1990 todavía está en la retina del director técnico de Brasil.

Ese partido quedó en la historia debido a que, según cuenta el mejor futbolista de todos los tiempos, alguien de la delegación argentina adulteró los bidones brasileros y los futbolistas sintieron las consecuencias, sobre todo Branco. Maradona dijo: “Branco se la tomó toda, después tiraba los tiros libres y se caía”.

Ayer finalmente se suspendió el encuentro entre Argentina y la 'verdeamarelha' pero la historia del bidón sumó un nuevo capítulo: Dunga mandó a sacar del vestuario de Brasil todas las bebidas de la marca que patrocina a la selección nacional por miedo a que estén adulteradas como aquel 24 de junio de 1990.