El Maccabi y Hapoel disputaban el 'derby' en Tel-Aviv, empataban 1-1 cuando sobre el final de la primera etapa un hincha ingresó al campo de juego y agredió Eran Zehavi, quien no dudó y comenzó a pelearse con el fanático.

Zahavi, quien también cuenta en su carrera con un paso por el Palermo de Italia, no se detuvo ante la agresión y devolvió el gesto. Ambos intercambiaron varios golpes de puño y patadas hasta que la seguridad sacó al hincha. Pero no quedó todo ahí, porque los jugadores de ambos planteles se sumaron al clima caliente y armaron una batalla campal, que se trasladó a las tribunas y obligó al árbitro del partido a suspender el mismo.