Luego del multitudinario velorio de Julio Grondona en el predio que la AFA tiene en Ezeiza, hasta donde se acercaron futbolistas, políticos y dirigentes, el cuerpo de quien fuera el máximo dirigente de nuestro fútbol, fue trasladado al cementerio de Avellaneda, dónde recibió sepultura.

El presidente de AFA, Julio Grondona, recibió sepultura esta tarde en el cementerio de Avellaneda en una acto íntimo y sentido.

La ceremonia se extendió durante unos 50 minutos en la sección 17B del Jardín de Paz y terminó con el ingreso del ataúd en la misma bóveda de la familia, donde descansan los restos de su esposa Élida Pariani, quien falleció el 16 de junio de 2012.

El presidente de la FIFA, el suizo Joseph Blatter, que llegó esta mañana al país y previamente asistió al velatorio en el predio de la AFA en Ezeiza, y el ex director técnico del seleccionado argentino, Alejandro Sabella, fueron las figuras más destacadas entre los 200 asistentes.

Los restos de Grondona, fallecido el pasado miércoles a los 82 años por una afección cardíaca, recibieron responso en la puerta de la bóveda por parte del capellán Juan Carlos Jauduszyn, el mismo que se lo brindó a su mujer dos años atrás.

El acto transcurrió con profundo respeto, dolor y emoción de los presentes. Su hijo Humberto y el vicepresidente de Arsenal y secretario de AFA, Miguel Silva, fueron dos de los encargados en trasladar el féretro desde el coche fúnebre al sitio del definitivo descanso.

Los dirigentes José Luis Meiszner (Conmebol), Rodolfo D`Onofrio (River Plate), Juan Carlos Crespi (Boca Juniors), Enrique Merellas (El Porvenir) y Noray Nakis (Deportivo Armenio), entre otros, acompañaron la despedida de quien fuera el máximo responsable de AFA durante los últimos 35 años.

También toda la Comisión Directiva de Arsenal de Sarandí; los ex futbolistas Roberto Perfumo, Jorge Burruchaga y Miguel Angel "Pepé" Santoro, todos con rostros de tristeza por la pérdida.

El cortejo fúnebre con los restos de Grondona partió a las 11.30 desde Ezeiza y llegó a las 12.40 al cementerio de Avellaneda, en cuyo ingreso aguardaban unas 500 personas.

Dos autobombas de los Bomberos Voluntarios de Sarandí, cuatro vehículos con coronas y flores y 10 motos de la policía bonaerenses acompañaron la caravana.