Luego de muchos años de ser un problema, el 2010 fue un punto de inflexión. La Copa del Mundo de Sudáfrica presentó dos jugadas repletas de controversia que dejaron en jaque a la FIFA. Hablamos puntualmente del gol fantasma de Frank Lampard a Alemania –injustamente no cobrado– y del gol de Carlos Tevez a México –reglamentariamente mal sancionado–.

En aquel entonces, ambas jugadas fueron reproducidas en vivo por las pantallas de los estadios y las miles de personas presentes mostraron su reprobación para con los fallos y su enorme disgusto con la organización. Si ambas jugadas hubieran sido sancionadas correctamente, sendos partidos hubiesen sufrido un cambio trascendental en su desarrollo.

Por ello, desde junio de 2010 hasta la fecha, el pedido de JUSTICIA en el fútbol retumba desde todos los costados del mundo. Sin embargo, acorralado en su guarida en Suiza, el máximo dirigente del fútbol mundial, Joseph Blatter, se hace el distraído.

Como los ‘goles fantasma’ siguieron dando que hablar en estos cuatro años, la presión por parte de medios, técnicos, jugadores y dirigentes hizo que Blatter no tenga salida. El ‘pope’ de la FIFA decidió entonces que el Mundial que comenzará en poco más de un mes tenga el denominado ‘Ojo de Halcón’. Un sistema tecnológico que estará colocado en todos los arcos de la Copa del Mundo y que determinará si la pelota cruzó en su totalidad o no la línea de gol.

Aunque sea sólo por un mes, tras muchos años de reclamos, protagonistas e hinchas gozarán de medidas que favorezcan al espectáculo.

De ser un éxito durante Brasil 2014, seguramente la tecnología en el fútbol será aplicada en diversas ligas a lo largo y ancho del planeta.