Fue peor la lluvia de silbidos del público que la naturaleza, que un rato antes había retrasado las finales del salto con garrocha, donde Germán Chiaraviglio terminó eliminado por tres saltos nulos

La noche fue emotiva y sorprendente. Para el público local y para el mundo, por la actuación del joven brasileño Thiago Braz, de apenas 22, campeón mundial juvenil. 

El moreno saltó 6.03 y obligó al francés Renaud Lavillenie, récord mundial de salto con garrocha. 

Hasta allí fue todo emoción y épica. 

Claro, la sorpresa sucedió cuando Lavillenie se disponía a igualar el intento de Braz. Apenas tomó la garrocha, los silbidos lo cubrieron todo, tanto que el francés no solo dejó en evidencia su sorpresa, sino que también gesticuló. 
 

Pero lo más duro llegó después. Con el oro consumado para el joven brasileño -saltó 6.03 y estableció un nuevo récord-, Lavillenie no ahorró críticas ante la prensa por la conducta del público. 

En declaraciones a France Televisions, Renaud comenzó sobrio en sus declaraciones: "No hay mucho que decir. He dado todo y he intentado hacerlo lo mejor que he podido. No tengo nada que reprocharme. Thiago ha hecho un concurso increíble". 

Para luego deslizar: "Era necesario que me concentrara tres veces más de lo normal, porque a partir del momento en que hubo un duelo final entre Thiago y yo, existía desgraciadamente un mal ambiente en el estadio. Es la primera vez que me silban en un estadio".

Y luego fustigó: "Desgraciadamente, se ve esto en el fútbol, pero en ese sentido estábamos protegidos en atletismo. Espero que en 2024 tengamos los Juegos en París para pagarles con la misma moneda".

Salto con garrocha: el batacazo de un joven brasileño y la furia del perdedor por los abucheos

¿No será mucho?
 

"En 1936 la multitud estaba contra el corredor afroamericano Jesse Owens. No vemos eso desde entonces. Tenemos que lidiar con esto", sostuvo el francés y comparó así lo sucedido con la Alemania nazi. 

Y enseguida se arrepintió: "Creo que la comparación con Jesse Owens puede haber sido grande, pero conversé con muchas personas en la pista y todos hablaban de que nunca había visto un público así, contra todo el mundo". 

Aún enojado, concluyó: "Entiendo que estén a favor de Thiago, pero no puedo entender que estén en contra de todo el resto que está intentando hacer lo mejor. Los Juegos Olímpicos son valores, respeto, faiy play, y el público mostró lo contrario. Es una vergüenza para Río".