La pica había quedado después de la tumultuosa salida de Oscar Ruggeri y Ricardo Gareca de Boca a River, y Roberto Pasucci quiso hacer justica por mano propia para agradar a los hinchas xeneizes y le tiró una terrible patada al defensor.

Pero al ver de nuevo la jugada el Cabezón dejó una reflexión durísima sobre lo que era Boca en ese momento.